Hormonas y ansiedad por comer: el enemigo invisible de tu progreso
- Nutrióloga Mónica Aragón Herrera
- hace 3 días
- 2 Min. de lectura
Has hecho todo "bien":
✅ Desayunas ligero
✅ Cuidas las porciones
✅ Vas al gimnasio cuando puedes…y, sin embargo, al final del día terminas atacando el pan, el chocolate o lo que encuentres.
Esa sensación de “no tengo control” no solo te frustra, también sabotea lo que llevas avanzado. Y aunque parezca que es un tema de fuerza de voluntad… la raíz es otra.
¿Qué es realmente la ansiedad por comer?
No es hambre real. Es un impulso intenso por comer ciertos alimentos, aunque tu cuerpo no lo necesite. A veces es emocional (estrés, cansancio, enojo), a veces es fisiológica, impulsada por desbalances hormonales que afectan tus señales de hambre y saciedad.
Y en la etapa de la perimenopausia, esto se amplifica.
Las hormonas detrás de la ansiedad por comer
Tu cuerpo es sabio, pero también responde a lo que percibe como una amenaza o una carencia. Cuando estás estresada, mal dormida o comes poco durante el día, ocurre esto:
Cortisol alto → te pide cosas dulces y grasosas para calmar “el peligro”.
Insulina alterada → entras en subidas y bajadas de glucosa que disparan más hambre y cansancio.
Leptina y grelina desreguladas → tus sensores de hambre y saciedad se confunden.
Estrógenos bajos → te bajonean el ánimo y activan el deseo de comer para sentir “placer inmediato”.
👉 Todo eso, sin que te des cuenta, te lleva a la cocina cuando lo que querías era “solo un té”.
Síntomas comunes que indican ansiedad por comer
Hambre repentina después de un día estresante
Comer en automático, especialmente de noche
Comer, aunque estés llena
Antojos muy fuertes por alimentos específicos (pan, azúcar, queso, etc.)
Sentir culpa o vergüenza después de comer
Comer para “premiarte” o sentir consuelo emocional
¿Cómo se trabaja la ansiedad por comer desde la raíz?
En vez de luchar con tu fuerza de voluntad, enfócate en darle a tu cuerpo lo que necesita para equilibrarse. Aquí te dejo algunas acciones clave:
🥚 1. Evita llegar con demasiada hambre a la noche
Come suficiente proteína y grasa buena durante el día. Saltarte comidas o comer solo frutas/light te pasa factura.
💤 2. Duerme mejor para regular tus señales de saciedad
Dormir poco afecta directamente la leptina, grelina y cortisol. Y eso... te hace abrir la alacena sin pensar.
🧠 3. Aprende a identificar el hambre emocional
Haz una pausa de 2 minutos antes de comer. Pregúntate: ¿Tengo hambre o tengo algo que quiero evitar sentir?
🚶♀️ 4. Muévete para regular el cortisol y mejorar tu sensibilidad a la insulina
Caminar después de comer, hacer ejercicios de fuerza o simplemente moverte durante el día ayuda a tu regulación hormonal.
🧘♀️ 5. Haz cosas que te calmen sin comida
Respiraciones profundas, estiramientos, salir a caminar, escribir. Necesitas encontrar otros premios para tu cerebro.
La ansiedad por comer no se resuelve con prohibiciones, sino con estrategia
Dejar de culparte es el primer paso. Cuando entiendes que tu cuerpo está pidiendo ayuda y no castigo, puedes comenzar a organizar tus días de forma distinta.
No se trata de tener “más fuerza de voluntad”. Se trata de tener más herramientas.
👉 Tu progreso no depende de lo que comes en 1 día, sino de lo que aprendes en el proceso.

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