Más allá de la dieta: lo que una nutrióloga hace por ti en perimenopausia y menopausia.

Nutrióloga Mónica Aragón Herrera
2 jun
2 Min. de lectura

Actualizado: 9 jun

Cuando hablamos de “ir con la nutrióloga”, muchas personas piensan solo en una lista de alimentos, menos pan y más verduras. Pero si estás en perimenopausia, menopausia o postmenopausia… eso no es suficiente.

Porque lo que está pasando en tu cuerpo no es solo sobre comida, es sobre hormonas, metabolismo, energía, sueño, músculo, emociones y un largo etcétera.

Por eso, una nutrióloga especializada en esta etapa te acompaña de una forma muy distinta.

✅ Esto es lo que realmente hace por ti:

Traduce tus síntomas en soluciones prácticas. ¿Tienes más grasa en el abdomen, te cuesta dormir o tienes ansiedad por lo dulce? No es casualidad. Se investiga y se estructura una estrategia para aliviarlo.

Analiza tu cuerpo, no solo tu peso. Se mide tu composición corporal (músculo, grasa, metabolismo) para saber exactamente qué necesitas: ¿subir proteína? ¿estimular fuerza? ¿reducir resistencia a la insulina?

Interpreta tus estudios de laboratorio con enfoque femenino y hormonal. No es lo mismo leer colesterol a los 25 que en premenopausia. Aquí se ajustan decisiones en base a tu etapa hormonal y riesgos futuros (osteoporosis, resistencia a la insulina, inflamación crónica…).

Diseña planes de alimentación sostenibles y realistas. Sin exageraciones, sin pasar hambre, sin reglas absurdas. Se adaptan a tu estilo de vida, horarios y nivel de energía.

Te guía con suplementación solo si la necesitas. Porque no se trata de tomar todo lo que ves en redes. Se personaliza: vitamina D, magnesio, inositol, creatina, etc. dependiendo de tus síntomas y objetivos.

Da estructura para crear nuevos hábitos. Comer bien no es solo saber qué comer. Es saber cómo organizarte, cómo adaptarte a los días pesados, cómo cuidarte incluso si eres mamá, profesionista y estás agotada.